La Comunicación como Base de un Matrimonio Sano
“La causa más grande del conflicto marital es la falta de comunicación.”
Las personas que tienen problemas en su matrimonio, que viven juntos pero están incomunicados, se encuentran en graves peligros. La causa más grande del conflicto marital es la falta de comunicación.
Si pasan los días y optan por no hablar, es el peor error que pudieran cometer, ya que el odio, la frustración y el resentimiento echarán raíces en sus corazones; se alejarán más y más y se querrán menos. Se sentirán solos porque habrán construido paredes en lugar de puentes.
Es necesario un cambio de actitud si anhelan sinceramente que su matrimonio mejore. No hay nada que no se pueda conversar como adultos que son y tratar de buscar una solución.
No se trata de quien es pasivo o quien domine, sino de quien puede comunicarse mejor y quién puede oír mejor, ninguno pierde, los dos ganan. Cada uno debe hacer lo mejor de su parte para efectuar el cambio.
El silencio no es la salida, la franqueza con la que actúen les ayudará a experimentar las recompensas venideras.
¿Qué dice la Biblia al respecto?
Romanos 12:18 dice: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, tened paz con todos los hombres”.
O sea que tu cónyuge tiene que ver a Dios en ti, serás llamado hijo/a de Dios si procuras la paz.
La responsabilidad que se asume en el matrimonio es primeramente con Dios, a quien se debe rendir cuenta y luego con la pareja. No hay enemigos en una relación, no se trata de una guerra, es el ser que eliges para ser tu compañero/a por el resto de tu vida.
¿Puedo sentirme enojado con mi pareja?
En Efesios 4:26 encontramos esa respuesta:
"Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo".
Significa que algunas situaciones te harán enojar y no está mal, podemos tener nuestras diferencias, pero que si te enojas, no llegues al punto que tu enojo dure más allá de la puesta del sol.
Arreglar tus desacuerdos antes de que termine el día quitará el rencor del corazón, liberará la ansiedad que te provoca el desgaste emocional y traerá paz a tu descanso.
La ira es una emoción destructiva, necesitas dejarla pasar, liberarte del orgullo, aferrarte a lo bueno, dejar ir lo que no es, no tiene sentido terminar una relación por una disputa. Si decides perdonar así como Dios perdonó tus pecados por medio del sacrificio de Jesús, no permanecerás en la cárcel del resentimiento, serás completamente libre.
Si acaso hay hijos dentro de la relación, el buen ejemplo de los dos les ayudará a formar relaciones duraderas el día de mañana.
¿Qué requiere Dios de cada uno? ¿Puedo acaso exigir perfección en mi pareja?
Nadie puede exigir lo que no puede cumplir, el matrimonio no es la unión de dos seres que buscan llevarse mutuamente la contraria, ni tiene como objeto destruir o lastimar al otro, es la suma de dos seres imperfectos, llenos de errores, que caminan juntos intentando madurar para superar con eficacia las situaciones que la vida les presenta día a día, son dos almas que se unen y necesitan la guía y dirección de Dios para tomar decisiones acertadas y ambos disfrutar de la felicidad que resulta de ese entendimiento mutuo.
“Recordemos que cada uno de nosotros tiene una responsabilidad ante Dios y nuestra pareja para cultivar un ambiente de respeto, perdón y amor.”
En resumen, la comunicación en el matrimonio no es solo una habilidad útil, sino una herramienta vital para la salud y la felicidad de la relación. Cuando las parejas eligen el silencio en lugar del dialogo, corren el riesgo de perderse no solo el uno al otro, sino también la oportunidad de crecer juntos. La Biblia nos enseña que buscar la paz y resolver los conflictos con amor y comprensión son mandatos fundamentales. Al adoptar una actitud de apertura y compromiso, podemos construir puentes en lugar de muros en nuestras relaciones matrimoniales. Recordemos que cada uno de nosotros tiene una responsabilidad ante Dios y nuestra pareja para cultivar un ambiente de respeto, perdón y amor.